15 de octubre de 2005

¿Hasta donde llegaré?

Salvo en la intimidad no me había animado antes a contar ciertas cosas. Y esta noche me provocaba contar mi historia de una vez como suelo hacer cuando quiero compenetrarme con alguien que quizá esté interesad@ en conocerme de verdad más alla de las impresiones que pueda provocar. Pero creo que eso de mis comos y porques lo dejaré para otras ocasiones pues el relato me estaba resultando tan grande y detalloso que jamás podría tenerlo como a mí me gustaría, listo para digerirse deliciosamente a través de la lectura.
Hoy que tantas ganas tenía de cometer ciertas travesurillas (no sean mal pensados) terminé medio depre, al mas puro estilo estudiantil. Conversando como suelo hacer por los chats encuentro que el tema de mi identidad no esta cerrado. Siempre dejo en claro en mis conversas que no solamente soy un chico de veintitantos años que se viste de mujer, sino un@ que se siente mujer. Para la gente que conoce del espectro de opciones sexuales yo sería lo que podría denominarse un transgender (transgenero), algo así como el medio camino entre travesti y transexual. ¿Y porqué no transexual de una vez? fue la pregunta que me lanzaron. Mi respuesta es: tengo aún mucho por recorrer.
Recorrido el cual tiene que ver conq ue resuelva muchisimas cosas que van desde mi físico hasta los "aspectos legales". Estamos en el Perú amigos, y aunque no soy de esas personas que para protestando por discriminaciones o reclamando derechos, tengo que reconocer que andamos muy muy limitados en cuanto a mentalidad y humanidad. Yo me incluyo, por si acaso.
Cuanto quisiera por ejemplo, lucirme de día en la calle sin tener que ser víctima de groserías, reproches o ataques. Y no porque me vea mal, sino por ciertos detalles que bien podrían pasar desapercibidos pero que, en mi experiencia, basta conque una sola persona repare en ellos para que comience la alharaca. Aunque mi constitución original es la de un chico, me hube dedicado mucho a "refinarlo" lo suficientemente femenino a punta de ejercicios y cierta disciplina sin tener que recurrir a cirugias o tratamientos hormonales (los cuales escapan a mi economía).
El tener un par de buenas piernas me ha animado a seguir adelante con mi "programa de transformación" a pesar de mi constitución masculina original. No tengo remedio: Soy una persona fetichista cuyo objeto de admiración no sólo está en los miembros ajenos sino en los propios. Eso debe explicar un poco las fotitos que suelo colocar en este inocente website.
Antes quizá sólo me importaba sentirme cómod@ vistiendo ropajes femeninos. Después descubrí la satisfacción que me producía el sentir calzado femenino como zapatillas y sandalias atadas a mis piernas. Al espejo las veía tan hermosas así, que me decidí a lucirlas con prendas más cortas que otorgan una verdadera sensación de libertad.
Al pensar en esas ocurrencias mías que se han dado con el tiempo, pienso también en las personas como mi family que han sabido soportarme y mantener intacto su cariño hacia mi.
Creo que esta pesando mucho cierta melancolía mía en estos momentos que ando relativamente sol@ por voluntad propia debido a ciertos impasses. Extraño cosas como inocentes conversas y paseos por la calle. Extraño tambien incidentes graciosos, ridículos que entonces me causaron vergüenza infinita pero que ahora recuerdo con agradable hilaridad. Extraño la compañia, la cercanía de personas con quienes compartí muchas cosas intimas. Y de entre todos ellos, extraño a aquell@s con quienes descubrí las sensaciones que persisten en mi memoria y atraviesan mi cuerpo como reclamo y satisfacción a la vez.
En estos momentos que estoy sentad@ frente a la PC podría simular tales sensaciones que me provoca el solo recuerdo. Y aunque no me interesa mucho el cibersexo (me inhibo rapidamente cuando reconozco ciertos tipos de persona al otro lado de la conexión) provoca mucho recrear episodios a manera de historias y vivificarme con ellos.
La soledad propicia cosas como esas. Hoy Sábado en la noche en que mucha gente anda paseando y divirtiéndose, yo en casa tras una semana laboral tensa encuentro a través de esta pantalla el consuelo de que al otro lado alguien puede estar viviendo, experimentando y deseando lo mismo que yo. No importa quien sea y si nunca nos vemos. La sintonía remota se siente con cada frase que completo al escribir como si eso nos acercara un poco más.
Por eso, a pesar de lo que dicta el termómetro, no siento que el frío cale en mis piernas semidesnudas. Más bien ellas me reclaman que salgamos a caminar aunque sea para pasear a las mascotitas de la familia. Quizá lo haga más tarde aprovechando que los horrorosos huachimanes estan soñolientos y el alcohol nubla muchas vistas mermando la atención; pero mientras me decido, me quedo acá explorando y escribiendo haciéndome de un poco de calor humano frotando mis piernas como si manos ajenas las quisieran desnudar para poseerlas so pretexto de acariciarlas, tal como me gusta. Esto no será el amor, pero así lo recuerdo yo.

3 comentarios:

  1. textos íntimos

    saludos

    ResponderBorrar
  2. Anónimo5:29 p. m.

    AKI HE VISTO CON AGRADO Q ERES PERSONA SEGURA Y DECIDIDA A SEGUIR ADELANTE...Y CREO Q STO SE BASÓ EN EL APOYO DE TE DIÓ TU FAMILIA....AHH UN COMENTARIO APARTE SON TUS LINDAS PIERNAS SON MUY LINDAS¡¡...Q SUERTE DE CONOCERTE UN POQUITO MAS...

    ResponderBorrar
  3. Anónimo8:36 p. m.

    de manera que ayer, en el chat (ese donde no te gusta mucho entrar), sin conocerte de nada....sólo hablando un rato contigo me puse a acariciar tus pienas, a poseerlas...como a tí te gusta.
    no será amor, pero así es como lo recuerdas tu.
    nunca habia leido un blogg pero ya te dije ayer que tú eras especial para estar en ese sitio, o sea, ¿que hace un chic@ como tú en un sitio como ese?
    me ha encantado tu blogg y, si no te importa, desde ahora lo veré todos los dias.
    voy a entrar ahora en el chat, por ver si te encuentro.
    para mi, ayer es 26 de noviembre a las 4 de la madrugada (tus 11 de la noche)

    ResponderBorrar