30 de junio de 2009

Contramarchas del Orgullo


Hace unos días se celebró en Lima la denominada 8va Marcha del Orgullo GLBT (o Gay a secas) que contó con menos asistencia y menos impacto social-mediático que la del año pasado. No haré un relato extensivo de lo que vi pues no estuve durante todo el trayecto y, la verdad, me sentía un tanto desanimad@ de ver como insistimos en esquemas anacrónicos de "lucha" que al final resultan contraproducentes.

Afiche 8ª Marcha del Orgullo GLBT - Lima La edición de este año pretendió insertarse en el contexto nacional de crisis política por los sucesos sangrientos en Bagua. Aunque es legítima (y necesaria) nuestra participación en la política, el gesto solidario de la marcha se ubicó hacia uno de los extremos del presente conflicto. No pocos se dieron cuenta que esto ya era una politización que convertía al movimiento GLBT en instrumento bajo la apariencia de actor. No solamente cabría preguntarse "¿para qué más conflictividad social?" sino "¿para quién?".

La nota política costó al movimiento la participación de algunas discotecas de ambiente que ponían los carros más alegres y coloridos. Para mí era una resta que sumaba pues el exceso de jolgorio y desenfado quitaba seriedad al conjunto de intenciones. Pero igual hubo mucho de carnaval profano salpicado de una que otra expresión "artística" que fácilmente hubiera ahogado a los demás gestos sociales y políticos de no ser por detalles positivos como la mayor participación de estudiantes universitarios (no necesariamente homosexuales ni gay) y de un colectivo de lesbianas claramente (escandalosamente diría yo) mejor organizado y con ideas mucho más claras que todo el resto de los grupos participantes.

A todo esto ¿en que quedamos la parte T de la marcha GLBT? Nuestra idea de comunidad y capacidad de organización están en el extremo opuesto al de los grupos L antes mencionados. Pareciera que nuestra mayor aportación son sólo las plumas, tacones, siliconas y lentejuelas. Incluso nuestra propuesta más seria en cuanto a notoriedad no es algo que merezca resaltarse con mucho orgullo que digamos:

Chicas TRANX PERU
No lo digo por las chicas travestis y transexuales sino porque se trata de una delegación auspiciada por un grupo de "admiradores", Tranx Perú, que no tienen mayor compromiso con la causa de las diversidades sexuales que el estar pendientes -de lejitos nomás- de las travesuras de sus "nenas" trans. Morbo disfrazado de solidaridad.

En suma, la Marcha del Orgullo en Lima tuvo menos brillo que la de años anteriores. Para mí señal clara de que, más que dejar el modelo (importado) de tomar las calles, hay que dirigir las miradas hacia dentro. No es secreto para nadie que no existe "comunidad GLBT" y que incluso dentro de cada grupo identitario existen diversidades difíciles de conciliar. Además se ha venido haciendo hincapié en el problema de la homofobia y la violencia que, a la luz de ciertos acontecimientos lamentables, nos afectaría más interiormente. Esto lo digo también a propósito de la lamentable muerte de la cantante folclórica Alicia Delgado que involucra una cuestión de identidad sexual mal comprendida pero que podría decirnos mucho de como nosotro@s mism@s alimentamos nuestros problemas. Va para la próxima.