29 de abril de 2009

EN LA MIRA

Asesinato de estilista gayEs prácticamente de sentido común que los ambientes GLBT en todas partes del mundo sean poco seguros y hasta peligrosos (una idea aproximada la pueden tener aquí y aquí). El crimen del estilista portorriqueño Roberto Izquierdo no solo nos recuerda que muchas lacras merodean a la gentita sino que esa misma gentita baja la guardia cegada por sus propios deseos de diversión o placer que se han convertido en necesidad para ellos. Tal es así que hasta los propios delincuentes son traicionados por sus impulsos: los autores del asesinato no fueron cogidos en fuga sino divirtiéndose en discotecas de ambiente.

Desgraciadamente para entender esta cuestión de la inseguridad a veces es necesario experimentarla. Yo no estaría hablando de esto si no fuera porque también pasé muy malos ratos por buscar diversión o satisfacción. No sé si será ley pero en particular las travas tarde o temprano nos descuidamos cuando cruzamos el umbral del closet. Ya sea por ansiedad o euforia muchas de nosotras caemos en aquello de lo cual creemos poder sustraernos. Como dicen por ahí: una vez que se prueba el dulce...

Pero aún en la tranquilidad de quien deja su pasado tormentoso atrás no nos libramos de los problemas sino que estos cambian de cara. Vía hi5 o Facebook todavía me llegan insultos o amenazas de personas que no resisten que una travesti les diga no. Un@ los puede reconocer fácilmente y no involucrarse con ellos ni por el chat. Pero viendo la lista de "amistades" en sus perfiles se puede notar que a much@s de nosotr@s no les importa que un tipo así les contacte, o quizá les encante las emociones extremas.

Una termina odiando tener la razón cuando lee en los periódicos sobre las víctimas de la violencia y la frustración de estos tipos. A veces en los titulares salen la foto y los datos de los victimarios y digo "¡Por Dios! ¡¡¿Cómo es que no se dieron cuenta si se les nota lo enfermo hasta en la cara?!!". Pero vaya una a saber que pasaba por la cabeza de la víctima: o bien son gentita con harta calle o "cancha" que terminó creyéndose invulnerable, o se trata de personas que han vivido toda su vida en el rechazo o el desamor y se aferraron al primer (y último) condenado que les ofreció una noche de pasión.

25 de abril de 2009

Amanecí con las zapatillas puestas

foto de mis piernas con unas de las zapatillas que más amo
¿Para qué negar que me encanta el sexo? Anoche con un par de amigos pensamos en visitar alguno de las pocos locales de ambiente de Lima donde permiten la entrada a travestis (en el resto tienes que pasar "piola" para que no te impidan entrar). Como no vimos que la cosa estuviera animada en los sitios que vimos nos regresamos al telo donde me vestí para la ocasión.

Conversamos, vimos la tele cable, jugueteamos un poco. Nos tomamos una caja de sangría "Gato Negro" mientras nos vacilábamos con algunas anécdotas que confirmamos con un par de llamaditas por celular. Uno de mis compañeros se marchó pasada la medianoche para "conocer" por ahí. El resto es (también) historia común y corriente: con el amigüito que se quedó conmigo nos animamos a alguito más. Un poco de los jueguitos fetichistas que tanto me gustan y algo de footjob fueron suficientes para pasar un buen rato después.

La verdad "no la había visto" en poco más de un mes. Por cuestiones de ganas, tiempo, trabajo y las fiestas religiosas de Semana Santa (que respeto mucho) mis amigos y yo no coincidíamos para algo más que una caminadita o un rato de conversa.

Podrían pensar que o no me gusta el sexo o no despierto "apetito" alguno. Ni lo uno ni lo otro: simplemente lo hago cuando podemos compartir más cosas que los fluídos corporales. Nada que ver con el (breve) tiempo en que podía hablar de tantas relaciones semanales como días tienen los fines de semana: entonces parecía que los amigos se hacían fácilmente con unos minutos de intercambio de datos personales: nada más falso.

En resumen: me encanta el sexo pero no ando loc@ por él ¿que les parece? Llámenme "aburrid@" si quieren.

(Nota: mi lista de compañeros de alcoba está CERRADA)

19 de abril de 2009

TECHY

Hace casi tres meses en la ciudad de Tarapoto una horda de energúmenos dio una salvaje paliza a una travesti y su cliente que estaban practicando la prostitución callejera en la modalidad del "pelaplátanos". Tercero Tananta Pizango "Techy" fue rapada, golpeada y paseada por las calles por los miembros de la junta vecinal de la localidad:



El escándalo suscitó una ola de solidaridad única. Mil y un organizaciones GLBT del Perú y del extranjero se pronunciaron (deporte favorito -y único- de la mayoría de estas ONG) por que se haga justicia a la compañera agredida. Poco faltó para que se armaran marchas o plantones de protesta. La abogada y activista del movimiento lesbico-gay-trans peruano Susel Paredes informó que la Fiscalia Mixta de Tarapoto formalizo la Denuncia Penal contra los agresores Huxton Valdivia Barrera, Carlos Arce Ríos y Edinson Dávila.

La pregunta del millón es si realmente se estará haciendo "justicia" o no. Ello implica que ambos lados del problema tomen conciencia de su cuota de responsabilidad. Los vigilantes la deben tener clara pues están siendo encauzados por ello. Pero ¿la parte de Techy?

Si bien es injustificable el salvajismo de esa "justicia" callejera, no menos lo es la práctica de Techy. Eso de hacer faena en la vía pública es degradante no solo para el vecindario sino para la propia víctima y cualquiera con un mínimo de autorespeto.

Pero no olvidemos que la inmensa mayoria de travestis en provincia viven en la marginalidad. En las regiones selváticas aunque es más abierta la cosa, no es menos marginal. Delincuencia, prostitución y otras perlas son parte de la vida de estas personas. Por si fuera poco la ciudad de Tarapoto es uno de los puntos calientes de la prostitución infantil y el trafico sexual en la selva peruana.

¿Cuánta de toda la "solidaridad" estará dirigida a atender esa realidad? Para informarme he tenido que revisar las noticias y pronunciamientos de hace más de 2 meses que se basaban únicamente en el reportaje televisivo mostrado arriba. De ahí no hubo cobertura alguna hasta principios de abril con la formalización de la denuncia. Después de eso, nada.

Lo que pude averiguar de otras fuentes es que Techy volvió a las andadas y fue detenida nuevamente -pero sin violencia- en la misma situación. La denuncia al parecer quedó en nada y todo volvió a la "normalidad". Algo consignaron los medios tarapotinos y fue la frase que soltó Techy (muy suelta de huesos dicen) al caer de nuevo: "Que quieren que haga si así es mi vida".

8 de abril de 2009

THE TRAVESTI WARS

No llores por nosotr@s Argentina:

Villa Luro: un grupo de vecinos, en pie de guerra contra travestis
Un grupo de vecinos de Villa Luro lleva adelante una feroz campaña para echar a los travestis que trabajan por las noches en su barrio. Son cerca de 100 personas que se hacen llamar "vecinos anónimos". Reparten volantes invitando a "echar o eliminar a los travestis que ensucian, arruinan y desvalorizan las calles". Y llaman a "entrar en guerra con estos hombres vestidos de mujer".
....
En el barrio se quejan de que los travestis se cambian en la calle, donde también hacen sus necesidades, dejan preservativos tirados en la vereda, se pelean entre ellos a trompadas porque se disputan la zona y los acusan de "vender" datos de vecinos, supuestamente para facilitarles las cosas a delincuentes. También aseguran que los travestis llevan a sus clientes a la plaza de la calle Homero, donde dicen que por las noches se vuelve insegura y hay venta de drogas.

Si bien en Argentina la comunidad travesti es más numerosa, organizada y políticamente activa, muy poco se ha avanzado por superar la marginalidad, uno de los problemas fundamentales de toda minoria (sexual). Si esto se debe mayormente a la intolerancia de la sociedad o no, es discutible. Pero al parecer una mayor organización y atención de parte de las entidades civiles no ha tenido mayor efecto. Inclusive solo ha servido para negociar la ubicación de las "zonas rojas".

Lo mismo nos pasa en el Perú: las travas todavía se mantienen en lo marginal cayendo fácilmente en la prostitución o la delincuencia. Apenas la transexualidad es una opción para superar ese marasmo. Son contadísimos los casos en que las transexuales han tenido éxito en actividades "no sexuales", por así decirlo.

Hay que preguntarse seriamente cual debe ser nuestro lugar. ¿Debemos negociar nuestro espacio?

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5 de abril de 2009

A los cacaneros con cariño

En el youtube anda un patita homofóbico bastante maricón que "valientemente" se mantiene en el anonimato usando un audio robot para sus rabiosos videos homófobos. Su última proeza es una ácida crítica a esa gente "activa" que, buscando levantarse pasivos (gays, trans, etc), niega por todo lo alto relación alguna con lo homosexual, llegando al punto de la homofobia (y la violencia) para despejar toda duda sobre su "virilidad": los cacaneros


Lo pongo nomás porque también detesto a los cacaneros, los cuales considero un verdadero peligro para la sociedad, no solamente para nosotr@s.

1 de abril de 2009

SOMOS MÁS

Ojo mujer peruana:



Este fenómeno tiene explicaciones diversas. En la nota periodística se habla del punto de vista biológico, el de la estría terminal cerebral. Como dice cachosamente el artículo "los hombres que lo tienen más pequeño se inclinan a ser mujeres y viceversa."

Yo tengo una teoría más sociológica-psicológica que biológica: las transformaciones de los roles de género en favor de la mujer afectan al genero masculino de tal forma que, en el plano sexual, se busca recuperar los espacios perdidos en la suplantación o la simulación de la feminidad, o la sustitución de la propia masculidad. Dicho de otra forma: la mujer esta tan difícil ultimamente que nuestros machitos se ven obligados a buscar satisfacción con otros hombres con suplantaciones o simulaciones del rol sexual de la mujer, o sustituyendo el suyo propio por la llamada "disforia de género". Para mí esto explica el boom de las enclosetadas y los traveros en nuestro medio. Espero explicar esto más profundamente en otra ocasión.

Mi psicoloco alguna vez me dijo que lo mío comenzó con una capitulación de mi identidad masculina frente a la femenina en la pubertad, lo que provocó en mí el "impulso" de sustituir mi genero original. Pero mi teoría va más al hecho que cada vez son más los hombres adultos quienes sienten la necesidad de buscar otras alternativas a la mujer y a su identidad masculina.

Aunque el Perú no es precisamente la meca de los cambios de sexo, aquí también tenemos especialistas, así como un protocolo para el proceso de reasignación. Lo que sigue faltando es más bien un ambiente más abierto y menos "underground" donde l@s "disfóric@s" puedan explorar su opción. Nunca me cansaré en decir que el ambiente GLBT limeño no pasa de ser un gheto autosostenido como tal, que poco o nada hace para lograr la convivencia que tanto reclaman en sus marchitas. ¿Hasta cuando?

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