11 de octubre de 2005

Cabos (y otros oficiales) Sueltos

Es increíble como el tiempo se le achica a un@ cuando más ideas tiene, como la de bloggear. Creo que había una Ley de Murphy al respecto que decía algo así: “La cantidad de tiempo útil disponible para tus proyectos personales es inversamente proporcional a las ganas que tienes por llevarlos a cabo”. Cruel verdad que tiene su correlato en el enrarecimiento del ambiente de trabajo cuando se tiene una dosis de optimismo.
Ayer terminando mi comisión de trabajo y preparandome para una inocente salidita de fin de semana me encuentro con que había dejado pendiente resolver un “cabo suelto” con un compañero de trabajo, simpático él, pero que últimamente me estaba mirando feo debido a un incidente aparentemente sin importancia.
El muchacho en cuestión quien supuestamente sabía que este nene tiene su versión nena, había asumido la verdad de la milanesa como una de esas omnipresentes chacotas criollas de mariconear a todo el mundo en señal de patería. Como ustedes habrán experimentado en carne propia, queridos masculinos, una de las formas mas comúnmente aceptadas de demostrar confianza entre amigos es permitirse ser “humillado” mediante la negación de su "condición natural":
“Habla gey! Como estas!”
“Oe maricón, donde te fuiste!”
“Anda ven! No seas cabro!”
“No seas homosexual! Prestate una luca”

… etc
Costumbres así propician el ambiente perfecto para pasar piolas, no lo creen? Bueno, a lo que iba es que a este compañerito no se le había ocurrido que lo mío iba en serio. Sin considerar como alabanza o nuestra de tolerancia esa criollísima forma de sostener relaciones interpersonales, no me había preocupado (hasta ahora) por confirmar sospecha alguna si acaso hubiera surgido una. El amiguito en cuestión había escuchado por ahí que me “vestía como hembra” y por tanto no era quien decía ser (“una persona normal”).

La terrible carga de la semana pasada acalló un poco sus ganas por llegar al fondo del asunto y yo, fiel a mi forma de ser, continué laborando como si nada.
Terminando la jornada pensamos que sería buena idea aprovechar Lunes que muchos locales gimen en el abandono para darnos una pequeña licencia. Pero como no había cumpleaños por celebrar, ni partidos de la selección que lamentar, variamos un poco los planes y fuimos a parar a la "residencia" de una compañera para apreciar su última adquisición: el DVD de la película “Team America” de los creadores de South Park, recién compradito en Polvos Azules.
En los estertores y contracciones de risa hacia el final de la película (se l@s recomiendo si quieren cagarse de risa, literalmente hablando) refiriéndonos a los customes de las marionetas femeninas se disparó el comentario desencadenante de la situación. “Noo! Pero alucina que hasta a él (refiriendose a mí) le queda mucho mejor”.
No hubo silencio sepulcral, sino la confirmación entre risas de un supuesto Vox Pópuli que no era tan Pópuli habida cuenta que había uno y solo uno que no lo había creído. Su gesto adusto y su mirada inquisidora (osea, se quedo palta) confirmaron que quería irse.
La tensión estaba in-crescendo. Si hay un “maricón” en el grupo, más una "chica pacharaca", mas un "gordo resina" (estos son algunos de mis amigos, que les parece?) conclusión: “que hago yo allí”. Mi comparito el “gordo resina” le hizo brotar su incomodidad ante la invitación para una ronda de sangría hecha en casa. Respondiendo “no, no, gracias, me quito, chaufas” inmediatamente se quitó la espina de encima, porque dirigiéndose a mi preguntó:

- “Osea eras homosexual”
- Y con mi obviedad a flor de piel: “Pues, lo que quieras!” (es ke en realidad soy bi)
- “No, no, sin payasadas pe. Puta que la verdad pense que estabas jodiendo, nada más”
- (Jodiendo yooo??? Aqui nos ponemos seri@s:) “Mira, si no lo sabías, ya lo sabes. Y normal!”
- “Ahh! Ya pues, igual ya me quito”
Ya pues, dejad que marche. Y se marchó. Osea al día siguiente, todo correría por mi cuenta. Osea podría hablarle tranquilamente como gentes civilizadas, racionales, no? Porque no es conveniente, en aras de la convivencia y la tolerancia, que un colega nuestro se quede con la espina clavada en su corazon, bla, bla, bla…

“Puta, dejalo que ya se le pasara al maricón” dijo el "gordo resina".

Sabias palabras de alguien que tiene más recorrido en las lides de la vida en las que me considero apenas embrión. Tampoco era para exagerar la nota que paltas las tiene cualquiera en cualquier momento. Que es lo peor que podría pasar? Eso ya los veremos que por ahora a lo unico que temo es a que... me coja el serenazgo! Maaaaaaaaadreeee!!

Hoy en la mañana estuvimos laborando como si nada aunque no nos hemos cruzado palabra más que para pasarnos unos archivos por la red. Será profesionalismo o que cosa?, no lo sé. A ver si en estos días se arma de valor y me pregunta más cosas para despejar ciertos pensamientos de su cabeza, porque de tenerlos los tiene. Pero no es que me importe tener buenas relaciones con él, sino que cuando siento que alguien me conoce mejor (muy independientemente de la valoración que tenga hacia mi persona) es cuando me siento más libre. ¿Qué les parece?

Hecha la moraleja Disney, para otra ocasión les cuento porque pongo con cada post mío, foticos mías como esta.
Son lo máximo ustedes, ojitos lectores. Hasta la próxima!

5 comentarios:

  1. Anónimo11:09 p. m.

    al final lo estas llevando por "buen camino": el tipo se tiene que dar cuenta que las cosas no son blancas y negras.

    ya se le pasara el trauma, y si, uno se siente mas libre cuando los demas lo sabe, asi lo aprueben o no.

    besos

    ResponderBorrar
  2. Sientete siempre libre sin importar lo q piensen los demas de ti, suele suceder que los mas inquisidores somos nosotros mismos con nuestros actos y tu compañero ya reaccionara debe aprender de la vida y dejar de lado esos complejos. Me encantan tus balerinas rosadas ;) Saludos nos estamos leyendo

    ResponderBorrar
  3. Anónimo8:21 p. m.

    Conque cada dia son mas ja ja
    has dado en el clavo con eso de que todo el mundo mariconea a su pata siiiiiii
    con razon hay tanto boyo por ahi sin ofender porque tu si pareces super

    ResponderBorrar
  4. Interesante y muy sugerente la verdad, aunque la situación me parece algo impostada. Tienes razon con eso de que los amigos se toman la licencia de "degradarse" unos a otros recurriendo al mariconeo. Eso si merece un buen psicoanálisis o estudio sociologico, porque hasta en los propios ambientes gay se emplea ese recurso para responder a los ataques. "Conciencia de clase"? No lo se, pero a ver si echas una luz al respecto tu que estas mas entendid@ en estas cosas.

    ResponderBorrar
  5. Disfruto cada uno de tus post enormemente. Con respcto a tu compañero de trabajo, déjalo con sus paltas... Es un pobre imbécil. Tú no te hagas problemas. Sé libre.

    ResponderBorrar